Esta música me recuerda a grandes personajes nipones como Hiro Nakamora y su amigo Ando o como el gran Miyagi, gran maestro de Daniel-san. Ayer, por alguna razón que ignoro, me acordé del Doyo Cobra-Cai, aquel en el que el Sensei malvado aleccionaba a sus alumnos orientándoles hacia la violencia gratuita. Menos mal que Miyagi supo encauzar a Daniel-san por el buen camino.
Y con esta absurda aportación doy el pistoletazo de salida a los que quieran comentar cosas sin sentido y sin relación con lo que Antares ha propuesto que, por cierto, ya no recuerdo lo que era.
No sé si será un problema mío, pero la música japonesa me parece toda igual. Quitando lo de la flauta, esta cancioncilla podría ser el último éxito de los "Siempre así" japoneses, un canto tradicional de los monjes shinto o la banda sonora de "Konfoduken Tojo Arekai".
2 comentarios:
Esta música me recuerda a grandes personajes nipones como Hiro Nakamora y su amigo Ando o como el gran Miyagi, gran maestro de Daniel-san. Ayer, por alguna razón que ignoro, me acordé del Doyo Cobra-Cai, aquel en el que el Sensei malvado aleccionaba a sus alumnos orientándoles hacia la violencia gratuita. Menos mal que Miyagi supo encauzar a Daniel-san por el buen camino.
Y con esta absurda aportación doy el pistoletazo de salida a los que quieran comentar cosas sin sentido y sin relación con lo que Antares ha propuesto que, por cierto, ya no recuerdo lo que era.
No sé si será un problema mío, pero la música japonesa me parece toda igual. Quitando lo de la flauta, esta cancioncilla podría ser el último éxito de los "Siempre así" japoneses, un canto tradicional de los monjes shinto o la banda sonora de "Konfoduken Tojo Arekai".
Publicar un comentario